miércoles, 15 de septiembre de 2010

Antonio Berni

Antonio Berni a los 20 años viajó a Europa y en ese período se contactó con artistas pertenecientes a la llamada corriente surrealista. Entre 1928 y 1932 su trabajo se vio influenciado por el surrealismo y la Scuola Metafísica. En su estadía en la capital francesa, se comprometió con la acción política. Por ejemplo, ayudó a su amigo Aragón en la lucha antiimperialista. Además, Berni colaboró en la distribución un periódico para las minorías asiáticas e hizo ilustraciones para otros diarios y revistas.
Regresó de París consternado por la crisis que transcurría en la Argentina. En 1930 en Argentina tiene lugar un golpe de Estado encabezado por e l general José Félix Uriburu, apoyado por grupos políticos conservadores. En esa época prevaleció el fraude electoral y la exclusión política de las mayorías. Por otra parte, los gobiernos dictatoriales se desentendieron de los padecimientos de sectores populares. Con la baja de los salarios y la escasa legislación laboral, la situación económica y social era cruda para la familia promedio del país.
Berni, volvió a radicarse en Rosario, lugar donde predominaban las mafias y la prostitución (en lo que hoy se conoce como Gral. Richieri). Antonio, lejos de desentenderse de esa realidad, colaboró como fotógrafo en una nota encargada a Rodolfo Puiggrós.
En el contexto de la crisis económica del treinta ‘30 y la llamada “Década Infame”, Berni pintó en 1934 “Desocupados” y “Manifestación”. En el transcurso de esos años, el artista comenzó a transitar una etapa denominada “Realismo Social”, en la que sus pinturas representaron los acontecimientos históricos de la década. Con respecto a su compromiso como pintor, diría por el año 1976 "El artista está obligado a vivir con los ojos abiertos y en ese momento (década del 30) la dictadura, la desocupación, la miseria, las huelgas, las luchas obreras, el hambre, las ollas populares creaban una tremenda realidad que rompían los ojos".
“Desocupados” muestra a un grupo de personas dormitando, en una verdadera actitud de desesperanza. Cada figura se encuentra bien delimitada. Cada rostro, excelentemente acabado. El pintor se acercó al tema que representa realizando exhaustivas investigaciones, recopilaciones de archivos de diarios, especialmente aquellas provenientes de crónicas policiales. De hecho, los rasgos fisonómicos de algunos de los personajes surgieron de fotografías que él mismo tomó. Por ejemplo, el rostro del desocupado que aparece en segundo plano fue tomado de una imagen de un vagabundo. La foto constituyó una herramienta crucial para la obra.

Luego de “Manifestación” y “Desocupados” le siguieron “Chacareros” (1934) y “Retrato” (1946): la caracterización de dos chicos de clase acomodada, la antítesis de la zaga de Juanito Laguna y Ramona Montiel.
También a lo largo de su recorrido como artista retrató diversas situaciones, aspectos y temáticas que atravesaron la vida de los argentinos. Por ejemplo, “La fogata de San Juan” (1943), “Migración” (1954) y “Cristo en el Garage” (1981).

El nuevo realismo da origen a la representación de la problemática social, arte como testimonio y compromiso ético. Berni fue un profesional que presentó sus trabajos sin la ególatra ilusión de que sean evaluadas como un mero espectáculo estético. Para generaciones futuras, quedará como modelo de ciudadano comprometido con la sociedad. Un ejemplo de audacia y profesionalismo. Una persona que consideró que: "Ser artista es una de las mayores formas de ser libre”.



Cristobal Torre